domingo, 19 de julio de 2009

"Comer es un acto agrícola", como bien escribió Wendell Berry, y con ello se refería a que no sólo somos pasivos consumidores de comida, sino que participamos en la creación de los sistemas de los que nos alimentamos. Dependiendo de cómo lo empleemos, el dinero de la compra puede ir a apoyar una industria alimentaria dedicada a la cantidad, la comodidad y el valor o puede nutrir una cadena alimenticia que gire en torno a valores como la calidad y la salud. Sí, comprar de esta manera cuesta más dinero y más esfuerzo, pero cuando empiece a considerar ese desembolso no como una compra simplemente, sino como una especie de voto -un voto por la salud en el sentido más amplio-, la comida dejará de parecerle el lugar más inteligente para economizar.
Michel Pollan, "El detective en el supermercado",

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