viernes, 20 de abril de 2007

Nuestro mayor miedo no es a ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es a nuestro poder sin mesura. Nuestra luz es lo que más nos asusta, no nuestra oscuridad.
Nos preguntamos: ¿cómo puedo creer que soy brillante, capaz y fabuloso?. Pero, en realidad, ¿qué derecho tienes a no serlo?.
Fuiste creado a imagen y semejanza de Dios. Que juegues a ser pequeño no le sirve al mundo. No hay nada ilustrado en disminuirse para que otros no se sientan pequeños. Todos hemos nacido para manifestar la gloria de Dios, que está en todos nosotros, no sólo en algunos.
Cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a los demás para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestros miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros.


Nelson Mandela

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