Después de enrolarse para la conquista de América, meterse en una armadura, matar indios, caer en la cuenta de su error, sentir profundo y verdadero arrepentimiento, decidir dedicar su vida a Dios, cambiar la finalidad de su viaje de conquista de tierras a conquista de almas, cargar por kilómetros y kilómetros de selva con la pesada y simbólica carga de su armadura,
amar a los indios, amar a los misioneros, amar a Dios,
fue perdonado.
Por los indios, por los misioneros, por Dios, por sí mismo.
Y así fue que pudo al fin empezar una vida nueva.
amar a los indios, amar a los misioneros, amar a Dios,
fue perdonado.
Por los indios, por los misioneros, por Dios, por sí mismo.
Y así fue que pudo al fin empezar una vida nueva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario