sábado, 15 de diciembre de 2007

la misión, la conquista del alma

Después de enrolarse para la conquista de América, meterse en una armadura, matar indios, caer en la cuenta de su error, sentir profundo y verdadero arrepentimiento, decidir dedicar su vida a Dios, cambiar la finalidad de su viaje de conquista de tierras a conquista de almas, cargar por kilómetros y kilómetros de selva con la pesada y simbólica carga de su armadura,

amar a los indios, amar a los misioneros, amar a Dios,

fue perdonado.

Por los indios, por los misioneros, por Dios, por sí mismo.

Y así fue que pudo al fin empezar una vida nueva.

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